Hasta hace poco, los robots tenían cuerpo físico más o menos humanoide y eran fácilmente identificables. Pero una nueva generación emerge con fuerza, se trata de robots que solo son software, plugins que los responsables TIC de las empresas descargan e instalan. Muchos de ellos realizan tareas complejas de gestión, tales como aprobar informes de gastos o tareas de Mantenimiento. Son el sustituto perfecto para algunos de los denominados como “ejecutivos de cuello blanco”, que hasta hace bien poco parecían invulnerables ante el avance de la automatización. Están en plena expansión en empresas avanzadas tecnológicamente, y asomándose a aquellas que no lo son tanto. Dentro de poco, un robot software decidirá que tareas de mantenimiento se realizarán hoy y dara las autorizaciones a los robots físicos que harán los trabajos. Han venido para quedarse y no tienen que superar una prueba de selección de personal.